
Posiblemente cuando leas esto ya hayas votado en las últimas elecciones, o pienses hacerlo, pero… “¿A quién has votado?”.
La verdad es que no me importa – es decir sí – bueno no. Vamos, que en realidad es una pregunta retórica a la que no estoy buscando respuesta sino reflexión.
Reitero mi pregunta “¿A quién has votado?” o lo que es más importante ¿Qué es lo que te ha hecho votar a un partido o a otro?: Europa, los escándalos políticos, la corrupción, el paro, la crisis…
¿Has hecho un voto de castigo global – europeo - sobre la base de un descontento local – español – o muy local – comunidad o municipio - porque el Alcalde no cambia las farolas de tu calle, que se están cayendo?
¿O tal vez has sido consecuente con el motivo de la contienda y has pensado como europeo y, tras los debates televisivos, has decidido tu voto?
¿Acaso siempre votas a los mismos porque eres de izquierdas o de derechas?
Estoy seguro de que en el momento de analizar el sentido de tu voto, detrás de esa lista imaginaria de pros y contras, los impuestos no aparecen entre tus diez principales inquietudes. Es lógico que así sea porque es un tema que unos y otros esconden del debate. En ocasiones aparecen enfrentamientos sobre temas impositivos, pero como en el mito de la caverna de Platón, sólo sirven para ocultarnos la realidad.
En el mito (alegoría) de la caverna Platón nos muestra como unos hombres, encadenados y si poder mirar hacia atrás, sólo pueden ver las sobras de unos objetos que son proyectadas al fondo de la caverna y, como no conocen otra cosa, consideran que no existe otra realidad que la que están viendo. Uno de esos hombres es liberado, le muestran la hoguera, los objetos que estaba viendo proyectados y se le demuestra que existe “otra verdad”. Una vez que es consciente de esa nueva situación, es obligado a caminar hacia fuera de la caverna y para que sea consciente de esa realidad. El hombre es obligado a mirar directamente al sol – metáfora del “Bien” – y es enviado de nuevo la caverna para que intente explicar al resto de sus compañeros de cautividad la existencia de esa “nueva realidad”.
Ya te puedes imaginar como acaba la historia, cuando el hombre cuenta lo que ha visto ahí fuera es motivo de burla de todo el mundo, porque piensan que sus ojos se han dañado al ver la claridad del sol. Esto me hace pensar: ¿Acaso nuestra ignorancia no es fruto de nuestra propias ganas de “no saber”? ¿Acaso no aceptamos ser tratados como incapaces? ¿Acaso no dejamos que abusen?.
Todo el que tiene la oportunidad de engañarlos la aprovecha. El administrador de fincas de mi comunidad de propietarios, por ejemplo, hace lo mismo que los Gobiernos (Estatal, autonómico o local) escondiendo el debate de los presupuestos. Mi administrador de fincas propone aprobar el presupuesto del año anterior, y la nueva cuota para el presente, como primer punto del orden del día. Una vez está aprobada su gestión, y ya tienen garantizados los fondos para el año en curso, deja que los propietarios se despellejen con el resto de los asuntos. Pero lo primero es lo primero.
En política se hace lo mismo. El debate sobre impuestos es un debate que suele esconderse. De hecho los estrategas de las distintas Haciendas son especialmente hábiles para hacerte pagar “sin dolor”. Las Retenciones a cuenta – tienen un doble objetivo: chivateo del retenedor y “te cobro por adelantado y luego ya haremos cuentas” del Gobierno – de modo que, por ejemplo, la campaña de declaraciones de la renta se convierte en una feria en la que siempre toca, si no un pito una pelota, y al 80% de los contribuyentes les sale a devolver ¿Devolver? ¿Me puedes explicar que has hecho todos estos meses con mi dinero?.
También en este trilerismo fiscal podríamos denunciar la creación de deducciones para contribuyentes de rentas más bajas… cuando son los que no están obligados a presentar la declaración ¿dónde está ahí la deducción?.
No es habitual que alguien nos dé a escoger entre las sombras y la realidad. Además, cuado alguien nos dice que hay vida más allá de la caverna no le hacemos ni caso o directamente pensamos que está loco: “¿Preguntar qué se hace con mis impuestos? ¿Estás loco?... eso no lo hace nadie”.
El think tank (laboratorio de ideas) Institución Futuro – www.ifuturo.org – tiene un sitio en Internet que, mediante una serie de sencillas preguntas (sueldo, ahorro personal, hábitos, consumo, etc.), determina los días que trabajas para las distintas Haciendas:
La verdad es que no me importa – es decir sí – bueno no. Vamos, que en realidad es una pregunta retórica a la que no estoy buscando respuesta sino reflexión.
Reitero mi pregunta “¿A quién has votado?” o lo que es más importante ¿Qué es lo que te ha hecho votar a un partido o a otro?: Europa, los escándalos políticos, la corrupción, el paro, la crisis…
¿Has hecho un voto de castigo global – europeo - sobre la base de un descontento local – español – o muy local – comunidad o municipio - porque el Alcalde no cambia las farolas de tu calle, que se están cayendo?
¿O tal vez has sido consecuente con el motivo de la contienda y has pensado como europeo y, tras los debates televisivos, has decidido tu voto?
¿Acaso siempre votas a los mismos porque eres de izquierdas o de derechas?
Estoy seguro de que en el momento de analizar el sentido de tu voto, detrás de esa lista imaginaria de pros y contras, los impuestos no aparecen entre tus diez principales inquietudes. Es lógico que así sea porque es un tema que unos y otros esconden del debate. En ocasiones aparecen enfrentamientos sobre temas impositivos, pero como en el mito de la caverna de Platón, sólo sirven para ocultarnos la realidad.
En el mito (alegoría) de la caverna Platón nos muestra como unos hombres, encadenados y si poder mirar hacia atrás, sólo pueden ver las sobras de unos objetos que son proyectadas al fondo de la caverna y, como no conocen otra cosa, consideran que no existe otra realidad que la que están viendo. Uno de esos hombres es liberado, le muestran la hoguera, los objetos que estaba viendo proyectados y se le demuestra que existe “otra verdad”. Una vez que es consciente de esa nueva situación, es obligado a caminar hacia fuera de la caverna y para que sea consciente de esa realidad. El hombre es obligado a mirar directamente al sol – metáfora del “Bien” – y es enviado de nuevo la caverna para que intente explicar al resto de sus compañeros de cautividad la existencia de esa “nueva realidad”.
Ya te puedes imaginar como acaba la historia, cuando el hombre cuenta lo que ha visto ahí fuera es motivo de burla de todo el mundo, porque piensan que sus ojos se han dañado al ver la claridad del sol. Esto me hace pensar: ¿Acaso nuestra ignorancia no es fruto de nuestra propias ganas de “no saber”? ¿Acaso no aceptamos ser tratados como incapaces? ¿Acaso no dejamos que abusen?.
Todo el que tiene la oportunidad de engañarlos la aprovecha. El administrador de fincas de mi comunidad de propietarios, por ejemplo, hace lo mismo que los Gobiernos (Estatal, autonómico o local) escondiendo el debate de los presupuestos. Mi administrador de fincas propone aprobar el presupuesto del año anterior, y la nueva cuota para el presente, como primer punto del orden del día. Una vez está aprobada su gestión, y ya tienen garantizados los fondos para el año en curso, deja que los propietarios se despellejen con el resto de los asuntos. Pero lo primero es lo primero.
En política se hace lo mismo. El debate sobre impuestos es un debate que suele esconderse. De hecho los estrategas de las distintas Haciendas son especialmente hábiles para hacerte pagar “sin dolor”. Las Retenciones a cuenta – tienen un doble objetivo: chivateo del retenedor y “te cobro por adelantado y luego ya haremos cuentas” del Gobierno – de modo que, por ejemplo, la campaña de declaraciones de la renta se convierte en una feria en la que siempre toca, si no un pito una pelota, y al 80% de los contribuyentes les sale a devolver ¿Devolver? ¿Me puedes explicar que has hecho todos estos meses con mi dinero?.
También en este trilerismo fiscal podríamos denunciar la creación de deducciones para contribuyentes de rentas más bajas… cuando son los que no están obligados a presentar la declaración ¿dónde está ahí la deducción?.
No es habitual que alguien nos dé a escoger entre las sombras y la realidad. Además, cuado alguien nos dice que hay vida más allá de la caverna no le hacemos ni caso o directamente pensamos que está loco: “¿Preguntar qué se hace con mis impuestos? ¿Estás loco?... eso no lo hace nadie”.
El think tank (laboratorio de ideas) Institución Futuro – www.ifuturo.org – tiene un sitio en Internet que, mediante una serie de sencillas preguntas (sueldo, ahorro personal, hábitos, consumo, etc.), determina los días que trabajas para las distintas Haciendas:
De este modo un empleado por cuenta ajena que ganara 24.000 euros brutos al año y ahorrara unos 1.000 euros al año, acabaría de pagar sus impuestos el día 9 de abril.¿Sabes cuando dejas de pagar tú?