jueves, 18 de diciembre de 2008

Los impuestos ¿Quién los paga y quién los soporta?


El nuevo arancel que se han sacado de la manga los tecnócratas de Bruselas sobre los móviles, con el que esperan recaudar 2.300 millones de euros. Al final la factura fiscal de tantas ayudas públicas se termina pagando...

Casualmente han pinchado en un músculo todavía virgen y con recorrido al ser, el sector de la telefonía, un mercado robusto y todo esto me hacer recordar un tema de Micro en el que por medio de la Teoría Económica se analizaba quién soporta un impuesto.

Vayamos por partes, cuando el Gobierno fija un impuesto sobre un bien lo que está haciendo es gravar el precio final con una cantidad adicional que espera recaudar.

Unas veces, técnicamente el impuesto recae sobre el comprador (cuando le echamos gasolina al coche estamos pagando el impuesto sobre hidrocarburos que ya viene incluido) y otras técnicamente recae sobre el vendedor (los productores de bebidas alcohólicas pagan un impuestos por botella vendida).

¿Cómo como afecta un impuesto a la oferta y a la demanda? ¿Cómo afecta a la cantidad y precio de equilibrio?

D: Curva de demanda
O: Curva de la oferta
p(0) y q(0): Es el precio y la cantidad de de equilibrio.

El establecimiento de un impuesto (t) sobre los productores y por unidad vendida, por parte del Gobierno, hace que la curva de la Oferta se desplace hacia arriba (todas las unidades se ofrecen a un precio superior). En consecuencia la cantidad de equilibrio "q(1)" es menor y se intercambia a a un precio superior "p(1)".

¿Pero aunque el impuesto se le imponga a los productores, quién lo soporta de verdad o en qué proporción?

- Los productores asumen, del impuesto total recaudado, la cantidad de:
[p(0) - P(2)] * q(1)

- Los clientes asumen, del impuesto total recaudado, la cantidad de:
[p(1) - P(0)] * q(1)

Lo podemos ver con dos ejemplos:

1) Se establece un impuesto sobre el comprador:

Partiendo de una situación inicial de equilibrio, la elevación del precio de los productos a consecuencia de un impuesto, provoca una disminución generalizada de la demanda en forma de desplazamiento hacia abajo de toda su curva, en la misma cuantía del impuesto, como hemos visto más arriba.

Si en la situación inicial los compradores estaban dispuestos a adquirir 1000 unidades a 90 euros, al establecer un impuesto - por ejemplo de 10 euros/unidad - hace que sólo estén dispuestos a pagar 80 euros por esas mismas 100 unidades, porque saben que tienen que pagar 10 unidades adicionales en impuestos.

Por tanto, el punto de equilibrio se desplaza de (A) a (B) y se consumen menos unidades a un precio menor.

El nuevo punto de equilibrio estará, por ejemplo, en 900 unidades a un precio de 86 euros/unidad.

Los compradores pagan finalmente 96 (86 al productor + 10 en impuestos) es decir 6 euros más que en la anterior situación de equilibrio y los productores sólo recibirán 86 euros, 4 menos que en la situación sin impuestos.

Es decir el comprador, pese a que teóricamente paga el 100% del impuesto sólo soporta el 60 % de éste y el productor, al que en teoría no debería afectarle, soporta el 40% de la carga impositiva.

2) Se establece un impuesto sobre el fabricante:


Partiendo de una situación inicial de equilibrio similar a la anterior, la elevación del precio de los productos a consecuencia del impuesto que debe soportar el productor/vendedor, provoca un aumento generalizado del predio en forma de desplazamiento hacia arriba de la curva de la oferta, en la misma cuantía del impuesto, como hemos visto más arriba.

Si en la situación inicial los productores/vendedores estaban dispuestos a vender 1000 unidades a 90 euros, al soportar el nuevo impuesto - de 10 euros/unidad - hace que estén dispuestos a vender esas 1000 unidades pero a un precio de 100 euros, porque tienen que pagar 10 unidades adicionales en impuestos.

Por tanto, el punto de equilibrio se desplaza de (A) a (B) y se consumen menos unidades a un precio mayor.

El nuevo punto de equilibrio estará, por ejemplo, en 900 unidades a un precio de 96 euros/unidad.

Los compradores pagan finalmente 96 euros es decir 6 euros más que en la anterior situación de equilibrio y los productores/vendedores ahora reciben 96 euros que, tras descontar los 10 euros en impuestos, dejan su ingreso en 86 euros por unidad, 4 menos que en la situación sin impuestos.

Es decir, al igual que en el caso anterior y pese a que teóricamente el productor paga el 100% del impuesto sólo soporta el 40 % de éste y el comprador, al que en teoría no debería afectarle, soporta el 60% de la carga impositiva.

En los casos anteriores, aparentemente podemos pensar que es indiferente si el impuesto lo pagan los compradores y los vendedores, pero esto no es así. Con independencia de quién soporte directamente el impuesto el mismo, su impacto se repartirá entre compradores y vendedores en función de la elasticidad de sus respectivas curvas... peor la actividad económica será menor.

Para finalizar, veamos dos casos extremos:

Los consumidores soportarán el 100% del impuesto si la curva de de la demanda de estos es completamente rígida (perpendicular), es decir, los consumidores son insensibles a las variaciones de precios (demandan la misma cantidad con independencia del precio al que se les oferte):
Los consumidores no pagarán ninguna parte del impuesto si la curva de de la demanda de estos es completamente elástica (paralela), es decir, los consumidores son insensibles a las variaciones de precios (demandan la misma cantidad con independencia del precio al que se les oferte):